DISFRUTAD MI OSADÍA

Cuentan en la selva, que un día hubo un gran incendio. Todos los animalitos huían despavoridos tratando de salvarse de la llamas. Un joven ciervo rezagado corría presuroso dejando el humo atrás, cuando de repente se cruzó de frente con un pequeño colibrí, trató de avisarlo pero paso fugaz sin darle tiempo. El animal esperó en la lejanía a ver que sucedía con el pajarito, cuando logró ver que regresaba. Sin embargo al continuar mas adelante junto al colibrí, este se detuvo en un pequeño estanque llenó su pequeño pico de agua y regresaba para arrojar el agua al inmenso fuego, apenas eran unas gotas de agua. Cuando hubo hecho la misma operacion varias veces, el ciervo, en una de las idas y venidas del rápido pajarito, se dirigió a este y le dijo: - ¿Que haces colibrí? ¿Estás loco? No vas a apagar el fuego tu solo A lo que el animalito respondió: - Ya lo sé, pero hago mi parte.

El crepitar armónico de la madera fervoroso tintineo de una campana silencioso baile embriagando culturas Flores en el pelo semillas de futuro azahar Una cálida bienvenida la inocencia vertida Texturas que conquistan el paladar, soberbio destello para un sentido olvidado los presentes abrigando distancias Una noche de ventanas curvas empedrado al caminar La plaza de la media luna gotitas de felicidad En el puente de los suspiros una mano es tendida a ciegas roce que responde sin parpadear De la sonrisa eterna un manantial de dulzura Alameda de recuerdos y tus lunas por abrazar.

Un destello de sueños banales Cargados de esperanzas rotas Un juego de sentimientos De finales inconclusos Recipiente de pasion De besitos huerfanos De abrazos extraviados Ilusiones errantes que solicitan  destinos imposibles