DISFRUTAD MI OSADÍA

¡Buenas tardes, Princesa Campanilla!… Hoy quiero escribirte de nuevo.  Hace días que quiero hacerlo; pero he estado esperando encontrar las fuerzas necesarias para decirte todo lo que siento. Y ahora he conseguido reunirlas.  Lo primero que quiero que sepas es que me siento feliz después de mucho tiempo… y eso sin duda es gracias a ti Te escribía hace poco desde nuestro “Jardín de Invierno”. Y aunque aún no es primavera, ya veo aflorar en los parterres los primeros brotes, germinar las primeras yemas, bajo un suave sol que nos calienta. Como la propia vida; que aflora de nuevo en mí como un remolino de emociones que me eleva del suelo, que me arrastra ligero para hacerme sentir libre como hace tiempo no me sentía. Y sí, estoy alegre… Y si vuelo de nuevo Campanilla es porque tú has comenzado a recuperar tus alas. Tus fuerzas. Tu energía. Después de mil noches de luna oscura y días de desesperanza. Donde yo, me he sentido tan culpable… No sé cómo darte las gracias.

"Yo, ese que nunca fue pero que siempre estuvo… Yo, ese chico malo que nunca se dio cuenta o no quiso darse cuenta… por no hacerle daño a esa niña ya mujer, que me hizo ver lo que nadie ve…. Tú, la que siempre estuviste a mi lado aunque yo nunca supe apreciarlo … hasta que el tiempo ha dado una vuelta mas… solo para nosotros… y se ha parado en ese momento exacto donde nos ha hecho fundirnos en uno y saborear la fantasía. Yo, que siempre desaparezco… y aparezco como de la nada para volver a parar ese reloj de arena que tantos recuerdos deja en nuestro pensamiento… esos pensamientos impuros sacados de una historia interminable de donde nos escribimos nuestro libro, nunca olvidado… ese libro tuyo y mio, que a ti ningún hombre te hará olvidar y a mi ninguna mujer me hará no recordar en los días que me sienta solo… Para esa niña ya mujer de ese chico malo… siempre malo… llamado Peter Pan"