DISFRUTAD MI OSADÍA

El sindicalista Del porque empezó todo no lo recuerdo exactamente, pero me acuerdo de ese sentimiento de  que algo mas se puede hacer siempre,  de querer mejorar las cosas, de ayudar en la medida de lo posible, de un cambio en mi vida y que algo faltaba para completarla. Recuerdo esa época de cambios, y de como pasaba de ser un adolescente a un adulto a marchas forzadas, situando la cabeza en la vida real y del porque de las cosas. Puedo ver el momento cuando se colgó el cartel de que se iban a celebrar elecciones sindicales en la empresa, ni siquiera sabia como funcionaba, como mucha gente. Recuerdo que mi compañero me comentó, qué eran l@s delegad@s de la empresa, esos que pateaban la fabrica preguntando si todo iba bien, si habían problemas y que estaban a nuestra disposición, se les veía bastante a menudo, y los encargados no les hacia mucha gracia que estuvieran por ahí, como mínimo resultaba interesante. En nuestra planta, me dijeron que no había ningún delegad@, q

Los años de crecimiento Al igual que yo la empresa fue creciendo, posiblemente la empresa mas que yo, ya que como dije en la  anterior entrada , aun por esa época estaba madurando, no tardaría mucho mas y por muchas circunstancias, pero de momento seguía siendo bastante poco responsable, y eso hasta que llegaba el fin de semana, y me acostaba "un poco" mas tarde y al día siguiente hacíamos horas extras y costaba levantarse, e incluso alguna vez ir a trabajar sin dormir, ¿quien no lo hizo cuando era joven?.  Me acuerdo mucho de los días de horas extras los sábados  antes de hacer cuarto turno en los días de la gran expansión, antes hacíamos horas extras a porrillo, llegábamos a hacer 12 horas seguidas, de 08:00 a 20:00 y de 20:00 a 08:00, parecíamos búhos, entrabamos de día  se hacia de noche y de día otra vez, hicimos tantas locuras, como horas extra. Una vez el director por aquel entonces en un turno de tarde de 14:00 a 21:30 nos dijo que no nos iba a dejar sin ce

El inicio del ciclo Recuerdo como empezó todo, un joven de 18 años sin mucha experiencia laboral, ni mucha formación, pero era otra época entonces había trabajo. Todavía con pinta de adolescente, en absoluto estaba nada centrado en el futuro. Recuerdo que para trabajar en Faus te tenías que apuntar en una ETT, así funcionaba esto, mas adelante logramos contralarlo. Pero recuerdo que no me apunté con la intención de trabajar en Faus, pero allí acabé por dos ocasiones, la primera tan fugaz que casi no merece la pena contarla, la segunda duró casi 10 años. Al entrar tenías la impresión de que estabas trabajando para algo importante. Pronto te das cuenta de que «aún» no era así, pero si estaban en ello. A una línea de mecanizado de parquet, la antigua línea 1, allí me enviaron, fea como el mismo demonio y con apariencia de vieja ya, era de color verde oscuro, así se pintaban las maquinas antes, tenía toda la planta 4 casi para ella y se retorcía entre los pilares de la nave