Soy un desastre emocional

Existen personas detallistas que cuidan cada relación, recordar cada fecha, tener momentos para comprar algo y tiempo para invertir en la entrega del objeto. Tratan con sumo cuidado la ocasión especial como el reposar de una mariposa. Personas que felicitan cada ocasión que el calendario designa, con una precisión de colibrí recolectando néctar, en perfecto equilibro y armonía justo en el momento preciso.

Los admiro, he de reconocer que yo no puedo. Yo soy un desastre emocional, mi cabeza está en mil cosas y ninguna. Los detalles solo los veo con visión caleidoscopica, en una sola dirección pero en múltiples facetas y dimensiones. No recuerdo las veces que me recuerdan las cosas que tenemos pendientes. Trato de tener detalles según pasan por mis manos. Solo felicito cuando el recuerdo de esa persona es muy fuerte e importante y no siempre coincide con nada importante. No soy de tradiciones impuestas ni de ceremonias ambiciosas.

Quede esto claro, paso a explicar mi cajón desastre. Mi forma de actuar es otra, yo no seré detallista posiblemente más que con la persona que tengo enfrente. Que esto no significa que no me acuerde de los demás. Que no significa que mi amor no exista, o no los quiera, simplemente es otra forma de amor. Para los que me conocen saben de lo que hablo. Para mí este amor es tan válido como el de los demás, o gente normal como me gusta designarlos, aunque el de estos es más difícil de entender. Comprendo que la respuesta superficial inmediata responda a patrones de satisfacción automática, y la muestra de cariño sincero, pero atemporal, refleje un cierto aire de dejadez.

Yo no regalaré cosas por el simple hecho de regalar algo y demostrar que me acuerdo de ellos. Yo los recuerdo con autentico cariño, aunque mi fallo sea que no lo demuestre. Para mí un abrazo verdadero vale más que mil regalos que no deseas. Yo no lo felicitaré el día de navidad, ni deseare un buen año próximo, ni siquiera con esos mensajes de reenviar. Porque la gente que de verdad quieres, a mi entender, no le hace falta que le escribas felicitando y mandando buenos deseos, porque lo llevas haciendo cada día durante toda la vida.

Los que me conocen no esperan que me acuerde de una fecha de cumpleaños. Simplemente porque no está en mí, los pienso y recuerdo, los adoro y los quiero. Porque ellos si forman parte de mí, porque siempre han estado ahí cuando los he necesitado, y también saben que contarán conmigo cuando lo necesiten. Disculpadme si en esto me pierdo cosas buenas que deberíamos compartir, pero mi forma de mostrar mi amor es simplemente diferente.

Tal vez no se entienda en líneas generales, pero es mi forma de expresarme, quizá también sea un desastre escribiendo, no solo emocionalmente. Pero con esto no espero suplir todas las no felicitaciones y el montón de ratos que nunca pasamos juntos, en nuestros años de vida. Pero sirva esto a modo de - “Ya me conoces un poco, y sabes cómo soy". Y vamos que si sigues ahí leyendo, es porque tú también me quieres un poco.

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