La Havana mito y realidad

Levantar el puño ante la imagen del che en la plaza de la revolucion, detenerse a leer las heroicas proezas de heraldicos cubanos por su patria.

Maravillarse ante su pueblo y sobretodo su gente, contemplar la arquitectura que con tanto ainco perdura en el tiempo, las bellas maquinas americanas o carros como se les llama a los coches en latinoamerica que aun circulan por las maltrechas y castigadas calles.

Dejarse enbaucar de forma educada por los parlantes cubanos, que pasan de venderte cualquier cosa a solo pedir ante la negativas. Recibir agradecido las exoticas propuestas de mujercitas jovenes y no tanto en el malecon y alrrededores.

Visitar la histórica resistencia cubana en el museo de la revolución. Compartir el antimperialismo y tambien contemplar el arte moderno y el arte callejero en el Callejon de Hamel, y acompañar en el banco al enbronzado Jhon Lennon en su espera por visitar la isla, en el parque que lleva su nombre.

...desaprender que la história no esta escrita, que el destino nos guia pero no es obligado seguirle.

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