Histórica Atenas

En mi cabeza no cabe otra visión que la de pisar senderos por donde griegos antiguos, personajes famosos, y dioses, han caminado hace miles de años. Observar los templos de la antigua Acrópolis, homenajear a la diosa Atenea, quien da nombre a la ciudad que regenta, y maravillarse ante aquellas estructuras que aun hoy, se denotaba del poder económico de la época.
En ocasiones no siempre es bueno asimilar lo que se escucha sobre ciudades o lugares, pues tendemos a hacerlos nuestros o impresiones que no nos corresponden, todos tenemos una forma distinta de viajar y aun en algunas similares, tenemos diferentes gustos o estados de animo. Por lo que hay que comprobar cada uno por si mismo.
La ciudad, como capital europea y castigada por esta, y por sus propios dirigentes, no me desagradó, como en tantas ocasiones escuché de gente que la había visitado. A mi me resulta cercana, muy mediterránea, parecida a italianos o españoles. No es excesivamente grande, y mantiene la esencia de sus valores y orígenes. La cultura, la cocina y la música, al igual que las obras de arte, piezas labradas en bronce, cristales y cerámicas se dejan ver asiduamente.
El centro de ciudad y su punto neurálgico, no es, ni mucho menos, parecido a aquello de lo que una capital de país se espera, se parece mas bien a un compendio de barrios, diferenciados, de alguna ciudad pequeña, parecida a Valencia.
Es recomendable dar una vuelta por el parque, y los jardines del Agora, en la falda de la Acrópolis, al igual que visitar el museo arqueológico, donde guardan restos de su época de grandeza, y piezas del Partenón que no tienen colocados allí, ademas están situados en la misma forma en la que debieran colocarse en su posición original, con lo que te puedes hacer una idea de las dimensiones mas cercanas de templo.
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