Tejido de pensamientos
Volver la mirada atrás y lo que fue ya no
existe. Ni siquiera tienes la certeza de lo que recuerdas fue real. Ni mejor,
ni peor, “real”. O al menos el completo de lo sucedido. Porque tu idea de lo que
fue, son pensamientos reiterados de una selección de recuerdos, que tu mente ha decidido
empaquetar o desechar. La mente es maravillosa, pero cuidado también puede ser maravillosamente traicionera. Porque esconde aquello malo cuando tratas de sopesar y encumbra los buenos recuerdos cuando no te vienen bien.
Los recuerdos no son fiables. Como tampoco
somos quien fuimos. Cambiamos a cada momento del día. "Sé quién
era esta mañana cuando me levanté, pero creo que he debido cambiar varias veces
desde entonces" decía Alicia en la historia de Lewis Carroll.
Las ideas se repiten. Los
pensamientos forman el ovillo. Y tu tejes el vestido de dentro a fuera.
Camina, porque los pasos que nos das, tambien dejan huella.
Escribe,
porque lo que no escribes cae en olvido.
Habla, porque las palabras se las
lleva el viento. Pero lo que no dices, lo que no dices se queda para siempre.
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