Técnica de 478 para dormir


Una de las prácticas clásicas de respiración de la que se está hablando mucho últimamente y que es extremadamente simple no toma tiempo ni requiere condiciones especiales. Puede hacerse en cualquier momento y lugar.

Es eficaz para recuperar la calma cada vez que notamos tensión interna y para los estados de ansiedad leve o moderada. Sirve también para contrarrestar las ansias de comida o de fumar.

Coloca la punta de la lengua contra el paladar, justo en el borde donde nacen los incisivos superiores. Mantenla ahí durante todo el ejercicio. Como la exhalación se realiza siempre por la boca, si al principio el paso del aire alrededor de la lengua resulta raro, redonda un poco los labios, como en posición de soplar.
  • Vacía por completo los pulmones exhalando por la boca, haciendo un sonido de soplido.
  • Cierre la boca e inhale en silencio por la nariz durante una cuenta mental de cuatro. (Fase 1)
  • Contén la respiración durante una cuenta de siete. (Fase 2)
  • Exhala completamente por la boca, haciendo un sonido de soplido, durante una cuenta de ocho. (Fase 3)
  • Este es un ciclo respiratorio. Inhala y repite tres veces más, hasta cumplir un total de cuatro ciclos.
Algunos detalles para observar:
– Siempre se inspira silenciosamente por la nariz.
– Siempre se exhala sonoramente por la boca, con un sonido de soplido.
– La punta de la lengua mantiene, durante toda la práctica, la posición indicada arriba.

Observa también que la exhalación dura el doble que la inhalación. Éste es el punto central de la práctica. El tiempo que utilizamos para cada fase no es importante; lo importante es la proporción 4:7:8.

La respiración 4-7-8 actúa como tranquilizadora natural del sistema nervioso. Pero al revés que otros tranquilizantes – las drogas, por ejemplo – que suelen tener efecto cuando empezamos a usarlos pero con el correr del tiempo van perdiendo eficacia, este ejercicio tiene efectos sutiles al principio y va ganando en potencia y eficacia con la repetición y la práctica.

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