Las Siete Bolas


Caminante no hay camino, se hace camino al andar, muchas interpretaciones en momentos diferentes de la vida puede tener este poema, pero en esta concretamente de mi vida, explica Machado que el camino por recorrer no está dibujado en el suelo, sino en nuestra mente.

E inevitablemente hoy en día no puedo dejar de hacerme conjeturas de lo que va a suceder, se donde empieza todo y como, pero ni ahí tengo idea de lo que va a suceder. Podría plasmar las expectativas de algo que luego y como siempre cambia radicalmente, pero no lo haré.

Imaginamos el inicio de una nueva aventura, como cuando Goku sale de su casa para ir a buscar las bolas de Dragón, podríamos hacerle competencia a Alberto Espinosa, el dice que busca al año doce perlas, yo propongo buscar las siete bolas del dragón. Está claro que Goku fue tentado por Bulma, yo podría decir que mi Bulma particular no es más que las expectativas que me mueven. Aunque es cierto que no es bueno generar demasiadas expectativas y sobretodo obsesionarse con ellas, las siete bolas solo pueden ser algo simbólico.

 Cuando ya has viajado solo sabes que encontrarás a mucha gente interesante, antes de partir lo tienes claro, pero una vez lo has hecho sabes que casi nunca estás solo, si no quieres. A día de hoy también se que las perlas las vas conociendo por el camino, entendemos camino no como el espacio que existe entre dos puntos geométricos, si no como desarrollo personal y de la vida, aunque no te desplaces, no hace falta viajar para esto.

Pero vamos a darle una vuelta más, y por eso el encontrar las siete bolas de dragón, por viajar entre mares y montañas y por todo el universo, esto es un poco exagerado ya lo sé. Pero porque además ya sabemos que el espacio ha sido agenciado oficialmente propiedad de los Estados Unidos de América, como ha de ser  ese visado de complicado.

Bueno, tratando de hacer una adaptación de la aventura de la serie de anime más famosa de la historia ¿que mas quisiéramos todos que viajar en una nube voladora? nos conformaremos con desplazarnos en un avión, o en coche, en tren, y que por desgracia tampoco saldrán de una capsula. Pero algo que si que ha de poder ser, y será. Es la maduración del viajero, y como cada lugar le hace conocer algo o alguien, aprender, madurar y crecer. Por eso, intentémoslo sin ningún miedo.

¿Sabias que la canción del final de la Bola del Drac, es una de las canciones más bonita que has escuchado nunca?. Escucha.

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