Sensaciones China
Bueno allá vamos, al país del sol naciente, la ancestral
China la milenaria Beijing, la muralla China, la titánica Hong Kong, tierra de
tradiciones, mitologías, dichos populares y sabiduría china, no sé cuanto cabe
en este subcontinente, pero desde luego las sensaciones son muchas, una carrera
a caballo entre lo profundamente exótico y tradicional y una cruda realidad del
país que crece desigualmente, pero como un tsunami económico.
No quiero perder detalle en cada paso, pero desde luego sé
que me perderé muchas cosas, básicamente porque es imposible en un mes,
rastrear este gigante asiático. Lo vamos a intentar desde luego, hay que aprender también
a saborear lo que se puede ver, pero a veces las prisas no nos dejan ver. El
viaje más largo comienza con el primer paso, dijo Lao- Tsé y he aprendido
recientemente que no solo es necesario darlos sino que se puede saborear cada paso, encuentras cosas muy interesantes cuando andas buscando no sabes que por el
camino, en vez de dirigirte a un lugar en concreto, ya lo hacíamos en Valencia
y ¿por qué no hacerlo en el resto del mundo?
Una gran aventura desde luego, dejo atrás cosas muy
importantes nuevamente, detalles y recuerdos que no olvidaré en esta parte del
camino, casi que una prolongación de vida en Valencia mas que una parte de un
viaje, pero eso es tan bonito que me encanta la idea, porque todo esto forma
parte de mi vida ya, no solo de un viaje.
Pero ahora le damos vida a un sueño, nombres, colores,
olores, voces, sonidos y sabores. Donde te sumerges en otra cultura
completamente diferente y has de perder los prejuicios y deseuropeizarte para
formar parte de una cultura de dragones y animales mitológicos, de artes
milenarias, de escritura ininteligible, de lengua desconocida, costumbres
misteriosas. Ahora ya está aquí, la fábrica de sueños, donde se producen
recuerdos made in China.
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